
Washington advierte que la medida busca frenar la compra de petróleo ruso por parte de Nueva Delhi
Un castigo directo a las importaciones energéticas
De acuerdo con la administración Trump, la decisión responde al continuo abastecimiento de petróleo ruso por parte de India, lo que, según el gobierno estadounidense, contribuye a financiar la guerra de Moscú en Ucrania. La Casa Blanca ha advertido que este tipo de operaciones constituye un obstáculo para su estrategia de presión contra el Kremlin.
La medida se produce tras reuniones recientes de Trump con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, encuentros que no lograron destrabar un acuerdo de paz. En este contexto, los aranceles se convierten en una herramienta política para presionar tanto a Nueva Delhi como a otros importadores de petróleo ruso.
El impacto en consumidores y empresas
El aumento de los gravámenes ya empieza a trasladarse a las compañías y consumidores estadounidenses, que enfrentan precios más altos en bienes importados. Según economistas consultados, los efectos podrían sentirse con mayor fuerza en sectores como farmacéutica, ropa y equipos de comunicación, principales rubros de exportación india hacia Estados Unidos.
Los teléfonos inteligentes, sin embargo, han quedado exentos de esta política de “reciprocidad” arancelaria, un gesto que busca minimizar el impacto directo en millones de consumidores.
Aun así, la presión sobre la economía interna es evidente. Varios analistas señalan que los costos adicionales podrían frenar el consumo y complicar la recuperación del mercado laboral estadounidense, ya debilitado en los últimos meses.
La respuesta de Nueva Delhi
El gobierno indio acusó a Washington de aplicar un trato discriminatorio, al recordar que otros países que también compran petróleo ruso —como China— no enfrentan medidas tan severas. Pekín, por ejemplo, mantiene un arancel del 30 % sobre sus exportaciones, muy por debajo del 50 % impuesto a Nueva Delhi.
Funcionarios indios han adelantado que se preparan represalias. Las industrias químicas, energéticas y aeroespaciales estadounidenses podrían ser blanco de nuevos impuestos de entrada, lo que añadiría un capítulo más a la creciente guerra comercial entre ambos países.
Una relación comercial en transformación
En la última década, el comercio entre Estados Unidos e India prácticamente se duplicó. En 2023, Washington importó bienes indios por un valor estimado en 87.000 millones de dólares, mientras que las exportaciones hacia India sumaron alrededor de 42.000 millones, según cifras del Departamento de Comercio.
India se consolidó como alternativa para empresas estadounidenses que buscaban diversificar sus cadenas de suministro frente a los aranceles a China. Sin embargo, la nueva política de Trump podría alterar esa dinámica y obligar a las corporaciones a replantear sus planes de producción.
Perspectivas inciertas
De momento, el panorama es de tensión. Estados Unidos parece decidido a endurecer la presión económica en función de su agenda geopolítica contra Rusia, aun a costa de afectar a aliados estratégicos como India.
0 Comentarios
¡Tu opinión es importante!