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Robin Westman: mujer transgénero, su historia y el odio que la llevó a atacar la iglesia

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Norte Centro de Usa | Clara Northwood


Investigación revela vínculos con contenido perturbador en internet y antecedentes de la atacante

Articulo:

Un tiroteo ocurrido en la Iglesia Católica Anunciación de Minneapolis durante una misa escolar dejó un saldo trágico de dos niños muertos y 17 personas heridas, incluidos estudiantes y feligreses. La atacante, identificada como Robin Westman, una mujer transgénero de 23 años, fue hallada muerta en el estacionamiento, aparentemente por un disparo autoinfligido, después de abrir fuego con un arsenal que incluía un rifle, una escopeta y una pistola.

La atacante y el desarrollo del ataque

El jefe de policía de Minneapolis, Brian O’Hara, informó que Westman se aproximó al lateral de la iglesia y disparó a través de los vitrales mientras decenas de niños participaban de la misa, conmemorando la primera semana de regreso a clases. Además de los disparos, intentó bloquear las puertas con una tabla de madera desde donde efectuaba los ataques.

Cortesía de EL COMERCIO

El vehículo de la atacante fue asegurado en el estacionamiento, y las autoridades comenzaron a revisar contenido programado para publicarse en internet, específicamente en YouTube, que ya fue retirado de la plataforma. La policía investiga el hecho como un acto de terrorismo interno y crimen de odio contra católicos.

Antecedentes y vida de Robin Westman

Westman nació como Robert Paul Westman, pero a los 17 años obtuvo un cambio legal de nombre para reflejar su identidad de género. Según registros escolares, Westman había estudiado en la misma escuela y se graduó del octavo grado en 2017. Su madre, Mary Grace Westman, trabajó varios años como secretaria parroquial en la misma institución hasta 2021.

Actualmente vivía en un complejo de tres pisos en Richfield, suburbio al sur de Minneapolis, y trabajó durante varios meses en un dispensario de cannabis. No poseía antecedentes criminales y actuó sola durante el ataque.

El alcalde Jacob Frey advirtió contra cualquier manifestación de odio hacia la comunidad transgénero, enfatizando que el foco debe mantenerse en las víctimas y la tragedia de los niños fallecidos. “Cualquiera que use esto para demonizar a nuestra comunidad ha perdido el sentido común de humanidad”, declaró.

Contenido perturbador en internet

Durante la investigación, se descubrieron videos y escritos programados para publicarse, asociados a un canal de YouTube titulado “Robin W”. En uno de los videos, la persona muestra un arsenal de armas, municiones y cargadores con mensajes violentos y frases racistas, algunas en alfabeto cirílico. Entre las consignas, se incluyen amenazas contra políticos y comunidades específicas.

Otros videos mostraban cuadernos con más de 200 páginas escritas a mano en inglés y alfabeto cirílico, con expresiones de odio hacia sí misma y hacia otros, planeando acciones violentas y reflejando un estado mental perturbado. Los documentos contenían referencias a tiroteos históricos, incluyendo la masacre de Columbine, y a grupos musicales como KMFDM.

En los videos se aprecia a la persona examinando planos de la iglesia, marcando las ventanas y apuñalando diagramas con un cuchillo, lo que indica una planificación meticulosa del ataque.

Reacciones y medidas de seguridad

El incidente generó conmoción en Minneapolis y sus suburbios. Las autoridades reforzaron la seguridad en escuelas e iglesias, e instaron a la comunidad a colaborar proporcionando información relevante. La Policía de Minneapolis y el FBI trabajan conjuntamente para esclarecer completamente los motivos de la atacante y asegurar la evidencia digital que podría esclarecer posibles influencias externas o inspiraciones violentas.

Expertos en seguridad escolar señalan que el caso evidencia la importancia de la vigilancia de señales de alerta en el entorno digital de jóvenes, así como de protocolos de prevención en instituciones educativas y religiosas.

Implicaciones legales y sociales

El ataque plantea un complejo desafío legal y social. Por un lado, se trata de un acto de violencia extrema con víctimas infantiles, y por otro, involucra la identidad de género de la atacante, lo que genera un debate sobre la protección de comunidades vulnerables y la prevención de estigmatización.

El FBI continúa investigando cualquier posible contacto con terceros o incitación externa, aunque hasta el momento no se ha identificado participación de otras personas. Los expertos destacan la necesidad de programas de prevención del extremismo violento y de apoyo a la salud mental para jóvenes en riesgo.

Contexto histórico y comparación con otros ataques

Este tiroteo se suma a una lista de incidentes recientes en Estados Unidos en los que jóvenes armados han atacado escuelas, iglesias y espacios públicos, generando un intenso debate sobre control de armas, salud mental y seguridad escolar. Investigadores señalan que la planificación previa, la obsesión con ataques históricos y la exposición a contenidos violentos en internet son factores recurrentes en este tipo de tragedias.

El caso también subraya la necesidad de protocolos de respuesta rápida y coordinación entre fuerzas policiales locales, estatales y federales para minimizar daños y preservar pruebas en incidentes de alta complejidad.

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