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Nicolás Maduro denuncia amenaza militar de EE.UU. y advierte máxima defensa

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América Latina  | Emilio Vargas Ortega


Washington eleva recompensa a 50 millones de dólares mientras crece la tensión en el Caribe

Articulo:

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este lunes que Estados Unidos ha desplegado un amplio dispositivo militar en aguas del Caribe que, según sus cálculos, apunta directamente a su gobierno. Durante un encuentro con corresponsales internacionales en Caracas, el mandatario afirmó que ocho buques militares, equipados con al menos 1.200 misiles, así como un submarino nuclear, estarían en posición de ataque frente a las costas venezolanas.

Maduro calificó la situación como “la más grande amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos 100 años” y señaló que se trata de una estrategia de “máxima presión militar” impulsada por Washington. Ante ese escenario, aseguró que Caracas ha respondido con un plan de “máxima preparación para la defensa de Venezuela”.

Una nueva fase en la confrontación

El despliegue estadounidense se enmarca en la llamada “Operación Antinarcóticos”, una estrategia anunciada por la administración del presidente Donald Trump para combatir el tráfico de drogas en el Caribe y América Central. El gobierno norteamericano sostiene que varias organizaciones criminales de la región utilizan rutas marítimas cercanas a Venezuela para transportar estupefacientes hacia Estados Unidos y Europa.

En paralelo, el Departamento de Justicia de EE.UU. aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, acusado de ser un líder de un presunto “cartel de narcotráfico”. El anuncio refuerza la política de sanciones económicas y diplomáticas que Washington mantiene desde hace años contra altos funcionarios venezolanos.

Maduro rechazó las acusaciones y calificó la recompensa como un “acto desesperado”. Según el líder chavista, su gobierno ha sido objeto de una campaña internacional que busca justificar un posible ataque militar. “Ocho barcos con 1.200 misiles no tienen otra lectura: apuntan contra un país soberano”, dijo.

El discurso de Caracas y la narrativa de Washington

Las afirmaciones de Maduro han generado un nuevo capítulo en la confrontación política entre Caracas y Washington. Mientras el mandatario venezolano habla de “amenaza extravagante, inmoral y criminal”, las autoridades estadounidenses insisten en que el operativo tiene fines estrictamente antinarcóticos y no está dirigido contra la población venezolana.

Expertos en relaciones internacionales advierten que ambos discursos persiguen objetivos distintos. Para Maduro, reforzar la narrativa de “asedio externo” puede consolidar apoyos internos y desviar la atención de la crisis económica y social que atraviesa el país. Para Washington, en cambio, elevar la presión responde a una estrategia de desgaste prolongado que busca aislar a Caracas diplomáticamente.

Reacciones en la región

El anuncio de Maduro no pasó desapercibido en América Latina. Algunos gobiernos aliados, como Nicaragua y Bolivia, manifestaron respaldo al gobierno venezolano y denunciaron lo que calificaron de “amenaza militar injustificada”. Por otro lado, países como Colombia y Brasil expresaron apoyo a la estrategia estadounidense contra el narcotráfico.

La Organización de Estados Americanos (OEA) evitó pronunciarse directamente sobre la veracidad del despliegue, pero recordó que la crisis venezolana “requiere soluciones pacíficas y democráticas”. En tanto, Naciones Unidas reiteró su llamado al diálogo, subrayando que cualquier confrontación militar tendría consecuencias humanitarias graves en una región ya afectada por desplazamientos forzados y migración masiva.

Venezuela en alerta

El gobierno venezolano asegura haber reforzado sus sistemas de defensa aérea y marítima. Altos mandos militares informaron sobre ejercicios de preparación que incluyen maniobras conjuntas de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y milicias civiles. “Nadie debe subestimar la capacidad de resistencia de este pueblo”, declaró Maduro.

La tensión se produce en medio de una prolongada crisis política interna. El país enfrenta una inflación persistente, escasez de medicinas y una migración que supera los 7 millones de personas según cifras de organismos internacionales. En este contexto, la posibilidad de una confrontación militar añade incertidumbre tanto para los ciudadanos como para los actores internacionales que siguen de cerca la situación.

Expectativa internacional

El desarrollo de los próximos días será crucial para medir el impacto real de las declaraciones de Maduro. Analistas coinciden en que la presencia de buques estadounidenses en aguas internacionales no implica necesariamente un ataque inmediato, pero advierten que cualquier incidente, incluso accidental, podría escalar en un conflicto de mayores dimensiones.

Washington, por su parte, no ha emitido detalles precisos sobre la ubicación de sus embarcaciones ni sobre el número exacto de misiles desplegados. Sin embargo, funcionarios de defensa han reiterado que su operación se ajusta a las normas internacionales de seguridad marítima.

En conclusión

El cruce de acusaciones entre Venezuela y Estados Unidos abre una nueva etapa de tensión en el Caribe. Mientras Caracas habla de “amenaza histórica” y se declara en máxima defensa, Washington mantiene firme su narrativa de lucha contra el narcotráfico y eleva la presión con la recompensa millonaria contra Maduro.

La comunidad internacional observa con cautela un escenario en el que la retórica política, las operaciones militares y la crisis humanitaria venezolana se entrelazan, generando una expectativa marcada por la incertidumbre y el riesgo de un nuevo punto de quiebre en la región.

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