
La presencia del líder norcoreano marca su primera participación en un foro multilateral en 14 años
Articulo:
El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, arribó este martes a Beijing en su característico tren blindado verde, un símbolo que ha acompañado a su dinastía en viajes estratégicos al extranjero. La visita coincide con las celebraciones por el 80º aniversario de la capitulación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, donde participarán 26 jefes de Estado, incluido el presidente chino Xi Jinping y el mandatario ruso Vladimir Putin.
La llegada de Kim representa su primera aparición en un evento multilateral de relevancia internacional desde que asumió el poder en 2011, un hecho que genera expectativa tanto en la región asiática como en la diplomacia global. Aunque no se ha confirmado una reunión trilateral entre Xi, Putin y Kim, la coincidencia de los tres líderes en un mismo foro es un acontecimiento inédito en el tablero geopolítico contemporáneo.
Una llegada simbólica
Medios estatales norcoreanos publicaron imágenes de Kim en su viaje hacia la capital china, mostrándolo sonriente junto a su ministra de Asuntos Exteriores, Choe Son Hui. Las fotografías, tomadas dentro del tren decorado con maderas oscuras y cortinas doradas, evocaron un estilo clásico que contrasta con la modernidad de otros líderes internacionales.
El trayecto recuerda a viajes previos, como el que realizó en 2019 a Vietnam para su cumbre con Donald Trump, cuando se detuvo para fumar en el andén. En esta ocasión, la escena volvió a repetirse, reforzando el carácter mediático que rodea sus desplazamientos.
Autoridades surcoreanas confirmaron que el convoy cruzó la ciudad fronteriza de Dandong el lunes por la noche antes de entrar en territorio chino. Kim fue recibido en Beijing por funcionarios de alto rango, marcando el inicio de una agenda cargada de simbolismo y expectativa.
Contexto de la visita
El presidente ruso Vladimir Putin llegó a China el domingo para participar tanto en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin como en el desfile militar. Portavoces del Kremlin indicaron que un encuentro bilateral entre Putin y Kim estaba “en consideración”, sin especificar si se concretaría durante esta visita.
De acuerdo con analistas como Soo Kim, consultada por la agencia AFP, la participación del líder norcoreano “formaliza ante el público la relación trilateral entre China, Rusia y Corea del Norte”. Esta alineación ocurre en un contexto de tensiones con Estados Unidos y sus aliados, lo que refuerza la imagen de un bloque crítico a la influencia occidental.
Un frente común frente a Occidente
China, Rusia y Corea del Norte han encontrado en los últimos años puntos de convergencia frente a Washington. Moscú depende del apoyo de Pyongyang para el suministro de material militar en su campaña en Ucrania, mientras que Corea del Norte obtiene asistencia económica y tecnológica a cambio.
Por su parte, Beijing mantiene un rol más matizado: es el principal socio comercial norcoreano, pero ha buscado equilibrar sus vínculos con Pyongyang para no tensar aún más sus relaciones con Occidente. La presencia de Xi, Putin y Kim en un mismo evento amplifica el mensaje de unidad, aunque cada uno mantiene intereses específicos.
Señales hacia el futuro
Antes de su partida, Kim visitó un instituto de investigación de misiles en Corea del Norte, supervisando el desarrollo de un motor de cohete para futuros misiles balísticos intercontinentales. Estos avances refuerzan la narrativa de un país decidido a mantener y expandir su capacidad nuclear pese a la presión internacional.
Mientras tanto, Washington y Seúl han reiterado su disposición a reanudar el diálogo nuclear, aunque Pyongyang se ha negado a volver a la mesa tras el colapso de la cumbre de Hanói en 2019. La visita a Beijing parece confirmar que el líder norcoreano prioriza fortalecer alianzas estratégicas con Moscú y Pekín antes que retomar conversaciones con Estados Unidos.
Impacto internacional
Expertos consideran que la asistencia de Kim al desfile tiene un doble objetivo: proyectar solidez política interna y mostrar al mundo que Corea del Norte no está aislado. Además, busca enviar un mensaje a su población sobre la vigencia de la alianza con China y Rusia en un momento de presión económica por sanciones internacionales.
La atención de la comunidad internacional estará centrada en si se produce un encuentro bilateral con Xi o Putin y en los mensajes que surjan durante las celebraciones. La posibilidad de una declaración conjunta o de acuerdos en materia económica o militar se mantiene como tema de especulación.
Conclusión
La llegada de Kim Jong Un a Beijing en compañía de Xi Jinping y Vladimir Putin marca un hito diplomático. No solo simboliza un fortalecimiento de relaciones entre países que cuestionan el orden internacional liderado por Occidente, sino que también abre interrogantes sobre el rumbo de Corea del Norte en el escenario global.
El desfile por el 80º aniversario de la victoria china frente a Japón será el marco de esta inédita coincidencia. A falta de confirmación sobre reuniones privadas, el hecho de ver a los tres líderes en un mismo espacio ya constituye una señal poderosa para el equilibrio geopolítico mundial.
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