El líder chino aboga por una transición fluida en las relaciones con Estados Unidos y destaca la importancia de mantener una cooperación estable y saludable.
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El presidente de China, Xi Jinping, expresó este sábado en Lima su disposición a trabajar con el nuevo presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y aseguró que Pekín se esforzará por garantizar una transición fluida en las relaciones bilaterales. Durante su último encuentro con Joe Biden antes de que este entregue el poder a Trump el próximo 20 de enero, Xi subrayó la necesidad de fortalecer la comunicación y manejar las diferencias entre ambas potencias.
"China está lista para trabajar con la nueva administración estadounidense para mantener la comunicación, expandir la cooperación y manejar las diferencias", afirmó Xi al inicio de la reunión. Según el mandatario chino, el objetivo de lograr "una relación estable, saludable y sostenible entre China y Estados Unidos sigue siendo el mismo".
El encuentro, realizado tras la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima, Perú, llega en un contexto de incertidumbre por las políticas anunciadas por Trump, entre ellas la intención de imponer un arancel del 60 % a las exportaciones chinas. Xi destacó que ambas naciones deben "seguir explorando la vía correcta" para llevarse bien y lograr una "coexistencia pacífica a largo plazo".
Pekín también manifestó su compromiso de trabajar en conjunto con el nuevo gobierno estadounidense para preservar la estabilidad global, en un momento en que el liderazgo compartido entre las dos economías más grandes del mundo es clave para enfrentar desafíos económicos y políticos.
La reunión entre Biden y Xi marca el cierre de una etapa en las relaciones entre ambos países y abre la puerta a un futuro incierto bajo la administración Trump. Xi enfatizó que el éxito de estas relaciones depende de un enfoque equilibrado que permita manejar las diferencias sin comprometer los avances logrados en las últimas décadas.
La cumbre de APEC, integrada por 21 economías que representan el 60 % del PIB global, fue el marco ideal para este encuentro bilateral, reflejando la importancia estratégica de la cooperación entre China y Estados Unidos para la estabilidad regional y mundial.
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