
Las Fuerzas de Defensa de Israel piden evacuar hospitales del norte de la Franja ante una inminente operación militar.
Articulo:
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado en los últimos días las advertencias dirigidas a médicos, personal hospitalario y organizaciones internacionales presentes en la ciudad de Gaza. La instrucción es clara: trasladar a pacientes y recursos hacia el sur de la Franja, en previsión de una ofensiva de gran escala que, según altos mandos militares, podría iniciarse en cualquier momento.
La medida se enmarca en un clima de creciente tensión militar y diplomática. El gobierno de Benjamín Netanyahu anunció la movilización de 60.000 reservistas adicionales para reforzar las operaciones terrestres. Aunque no se han confirmado fechas, el mensaje transmitido tanto por autoridades civiles como militares apunta a que el tiempo de preparación se acorta rápidamente.
Advertencias directas al sector salud
Fuentes oficiales confirmaron que oficiales de la Administración de Coordinación y Enlace con Gaza (COGAT) sostuvieron reuniones con representantes del sector salud y de ONG humanitarias. En esos encuentros se comunicó que las infraestructuras hospitalarias del sur están siendo adaptadas para recibir pacientes y que Israel facilitaría hospitales de campaña si fuese necesario.
“Habrá una evacuación completa de la ciudad de Gaza hacia el sur. Esto requiere trasladar equipamiento médico y preparar hospitales para recibir a los enfermos”, afirmó un oficial de COGAT en declaraciones recogidas por medios locales. El mensaje, transmitido como una advertencia formal, busca que el personal sanitario organice el movimiento de equipos y pacientes antes de que la ofensiva se concrete.
Control territorial y avances militares
De acuerdo con el portavoz militar israelí, Effie Defrin, las FDI ya controlan los accesos principales a la ciudad de Gaza y mantienen presencia en los barrios periféricos de Zeitún y la localidad de Yabalia. “Fuerzas adicionales se unirán a los combates en el futuro próximo”, adelantó.
La Oficina del Primer Ministro confirmó en un comunicado que Netanyahu ha instruido a las autoridades a acelerar los planes de ataque y la logística civil. El texto no fijó plazos, aunque analistas señalan que el movimiento busca intensificar la presión tanto sobre Hamas como sobre la población civil, en un intento de forzar desplazamientos masivos.
Reacción de Hamas y panorama internacional
Hamas respondió con dureza, acusando a Israel de mostrar “desprecio flagrante” hacia los intentos de mediación internacional que buscan un alto al fuego. En un comunicado, el grupo afirmó que Netanyahu se ha convertido en el principal obstáculo para cualquier acuerdo y que su estrategia no contempla la liberación de los rehenes israelíes en manos de la organización.
Mientras tanto, gobiernos y organismos internacionales han reiterado la necesidad de garantizar corredores humanitarios seguros. La ONU y organizaciones médicas advierten que una evacuación forzada de hospitales, sin recursos suficientes en el sur, pondría en riesgo miles de vidas.
Un conflicto que no cede
La guerra, iniciada en octubre de 2023, cumple ya 22 meses y ha transformado el mapa humano de la Franja. Según cifras difundidas por fuentes palestinas y corroboradas parcialmente por agencias internacionales, más de 62.000 personas han muerto, entre ellas al menos 18.000 menores. Dos millones de desplazados sobreviven en campamentos improvisados, con recursos limitados y en condiciones sanitarias críticas.
Israel asegura haber recuperado cerca del 75% del territorio de Gaza, pero la ciudad capital se mantiene como el último bastión de Hamas. Para el gobierno israelí, la caída de la urbe es un paso indispensable para declarar la derrota de la organización y la liberación de los rehenes. Sin embargo, observadores internacionales alertan que la magnitud de la operación urbana podría generar un nivel de destrucción y víctimas sin precedentes en la región.
Expectativa e incertidumbre
La decisión de movilizar 60.000 reservistas revela la intención del gobierno israelí de sostener una ofensiva prolongada. Al mismo tiempo, la presión ejercida sobre hospitales y ONG humanitarias marca un cambio de etapa en la estrategia militar: no solo se busca el control territorial, sino también condicionar la logística de la vida civil en Gaza.
En el terreno, los bombardeos continúan aumentando en intensidad, acompañados de la demolición de viviendas en zonas periféricas. La población, atrapada entre las órdenes de evacuación y la falta de alternativas seguras, enfrenta una nueva ola de incertidumbre.
Mientras Israel insiste en que garantizará la atención médica en el sur de la Franja, la comunidad internacional mantiene la preocupación por la sostenibilidad de esa promesa. La combinación de presión militar, desplazamientos forzados y escasez de recursos médicos plantea un escenario de alto riesgo humanitario.
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